El retrato, una de las primeras manifestaciones creativas universales, recorre la historia del arte a través de las épocas, las técnicas y los movimientos. No es de extrañar, por tanto, que en esta era de triunfo tecnológico narcisista asuma nuevas formas y ofrezca percepciones sin precedentes. Así lo demuestra el proyecto Dynamical Portrait, una instalación interactiva que propone reflexionar sobre el fenómeno del papel del retrato en la sociedad contemporánea explorando al mismo tiempo, la narración de las imágenes.
Un retrato ya no es una imagen que representa un instante o la esencia de un individuo, sino por el contrario es un sistema visual complejo que la tecnología nos muestra demostrando su complejidad. Una representación en tiempo real que evoluciona en formas detalladas y proporciona información mucho más compleja y desconocida.
Dynamic Portrair combina fotografías de visitantes de forma secuencial pero también aleatoria. Puede montarse en una fotomatón-cabina o en una sala de exposición con dos zonas: zona de grabación donde se capta al visitante y zona de proyección donde se muestran los resultados finales producidos en tiempo real. El retrato dinámico también se puede imprimir y enviar a la dirección de correo electrónico del visitante.
Como en los experimentos de Eadweard Muybridge, la instalación se apoya en el desarrollo de una capacidad tecnológica para hacer visible lo que nuestros ojos no podrían ver sin ayuda. En un mundo saturado de imágenes de todos nuestros actos y experiencias, Dynamical Portrait caracteriza los pequeños detalles de nosotros mismos.